Nuestro nombre está inspirado en la palabra Tlawanáh que viene del totonaca que significa la que crea, hace, construye, realiza algo; y en efecto somos Mujeres que Transforman, porque tenemos la firme convicción de que juntas tenemos el poder de transformar el mundo en el que vivimos.

La historia de Tlawanáh inicia en el año de 2014, cuando nuestra fundadora, Aurora Espina Vergara, inició una plataforma digital (WAVE Initiative) que sirviera para visibilizar la violencia contra las mujeres y la trata de personas con fines de explotación sexual, principalmente en mujeres y niñas. Al tiempo de desarrollar esta plataforma digital, Aurora tuvo la oportunidad de participar en diversas ediciones de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) en la sede de las Naciones Unidas, a raíz de lo cual, confirmó su inquietud de seguir abordando el trabajo en favor de las mujeres desde perspectivas que incluyeran el fenómeno de la violencia de género, pero que no eran exclusivas del mismo.

Fue de este modo, que a partir de un largo proceso de reflexión sobre inquietudes personales y de analizar la realidad cotidiana de las mujeres que viven en la región iberoamericana, que surge la idea de aterrizar los esfuerzos realizados desde WAVE Initiative en acciones concretas de incidencia y de desarrollo de capacidades para contribuir al avance y adelanto de las mujeres de la región iberoamericana desde una perspectiva integral y que tuviera como centro a la persona.

De este modo, el 9 de marzo de 2017 se funda Tlawanáh. Mujeres que Transforman, con la finalidad de desarrollar las capacidades humanas, sociales y productivas de las mujeres, conectarlas y generar incidencia en organismos gubernamentales e internacionales para contribuir al avance de las mujeres de la región iberoamericana.

Nuestra labor consiste en generar mujeres líderes, empoderadas y productivas para lograr entornos libres de vulnerabilidad. Para ello trabajamos por la plena participación de las mujeres en los ámbitos público y privado, al impulsar el desarrollo de sus capacidades humanas, sociales y productivas.

Para lograr todo ello, contamos con lo que denominamos como nuestro «proceso de transformación» para trabajar en tres ejes o etapas, que al final se traduzcan en mujeres con mejores competencias para el ejercicio de su liderazgo.